Las varices son venas con un mal funcionamiento
La circulación de la sangre se basa en que el corazón la bombea por las arterias y, tras recorrer nuestro organismo, debe retornar a él a través de las venas.
Las venas son una ramificación similar a la de un árbol, donde las venas safenas son el tronco del cual se desprenden ramas importantes, de éstas ramas menores que son las reticulares y por último las hojas: las telangiectasias o capilares. Es por esto que la importancia de las varices de mayor a menor viene dada por su grosor.
En la circulación sana venosa de las piernas, la sangre fluye desde los capilares arteriales, hacia arriba, hasta el corazón. Esta circulación sana se realiza por una gran cantidad de venas, de las que se distinguen dos grupos principales:
Venas profundas, junto al hueso muy hacia el interior de la pierna. Conducen el 95% de la sangre de las piernas. No producen varices.
Venas superficiales, que llevan la sangre desde la piel hacia el sistema profundo. Las principales son 4 safenas: 2 largas (Safena Interna) y 2 cortas (Safena Externa).
Además, hay alrededor otras 400 de menor importancia.
Cuando se alteran y se transforman en varices, es porque la circulación no asciende, sino que cae hacia el pie, la parte más baja del cuerpo, originando todas las patologías que conocemos tanto a nivel estético como a nivel médico.